Alimentación infantilALIMENTACIÓN INFANTIL

Recomendaciones para la alimentación en la primera infancia

La adquisición de hábitos alimentarios es un proceso de aprendizaje muy importante durante los primeros años de vida, ya que, no solo facilita un buen estado nutricional y un crecimiento adecuado, sino que ayuda a consolidar la adquisición de hábitos saludables para la edad adulta.

La infancia es una etapa en la que se produce el mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor. Por lo que la alimentación no sólo tiene que proporcionar energía para mantener las funciones vitales, sino también cubrir unas necesidades mayores (crecimiento y maduración). Las necesidades energéticas y nutricionales están cubiertas por la lactancia materna exclusiva (o, en caso de que no sea posible, por la leche adaptada) hasta los 6 meses, y a partir de entonces hay que ir incorporando nuevos alimentos de forma progresiva y en las cantidades adecuadas, adaptándose, también, al desarrollo psicomotor y al interés del niño.

Consideraciones generales en la alimentación de 0 a 3 años

Desde el nacimiento hasta los 3 años, el niñ@ aprende a mamar, probar, masticar, tragar y manipular alimentos. También a descubrir  diferentes  olores,   sabores  y texturas  con  el   objetivo  de   que  se incorpore,  poco  a  poco,  a la alimentación familiar.

  • La finalidad de la educación alimentaria en esta edad, además de conseguir un   buen  estado   nutricional,  es   el  aprendizaje  de  hábitos  alimentarios saludables.
  • La alimentación facilita espacios privilegiados para la comunicación, ya que permite el contacto físico, visual y auditivo. Las comidas deben ser espacios de contacto, de relación y de afecto.
  • La leche materna  es  el  mejor  alimento  para  el  bebé.  Se  recomienda  la lactancia materna exclusiva hasta los 6 meses y mantenerla hasta los 2 años o más junto con la alimentación complementaria.
  • La alimentación complementaría  se  iniciará  a los 6 meses (nunca antes de los 4).  La  incorporación  de  nuevos  alimentos  se debe  realizar de  manera progresiva, lenta y en pequeñas cantidades, para observar tolerancia.
  • Crear un ambiente relajado y cómodo durante las comidas, donde se eviten distracciones como  la televisión, los  teléfonos, tablets…, para  facilitar las buenas  prácticas  alimentarias  y  dar la oportunidad de interacción social y de  desarrollo    Tener  una  actitud  receptiva  y  tolerante  ante el posible rechazo de la comida por parte del niñ@.
  • La preocupación por el  niñ@  que  no come  es  La inapetencia, a menudo,  es  un  problema de equilibrio entre lo que el niño come y lo que su familia (padre, madre, abuelos…) espera  que coma.  Los  adultos  somos  los responsables  de adquirir los alimentos, de decidir cuándo, cómo y dónde se comerán,  pero  es  el  pequeñ@  quien  decide  si  quiere  o  no  comer  y  qué cantidad. Los  niñ@s  son  capaces  de  regular  su  ingesta  en función de sus necesidades.
  • La alimentación del  niñ@  a  partir  del  año  y  hasta los 3 se basará en una propuesta alimentaria variada, suficiente, equilibrada e individualizada.

Recomendaciones alimentarias de 0 a 3 años

En la elaboración de las comidas es importante tener en cuenta tanto aspectos nutricionales (nº de grupos de alimentos, frecuencia de uso de los diferentes alimentos, digestibilidad…) como aspectos sensoriales (olores, colores, texturas, sabores…) y proponer la utilización de técnicas culinarias variadas.

Aspectos generales:

  • En los alimentos para lactantes y niños no se debe añadir azúcar, miel ni edulcorantes.
  • Es conveniente evitar la sal en la preparación de las comidas, así como evitar los alimentos muy saldados. En general, evitar o reducir la sal en la preparación de los platos es beneficioso para toda la familia. En cualquier caso, si se utiliza sal es necesario que sea yodada.
  • Para minimizar la pérdida de nutrientes en la cocción de verduras y hortalizas se recomienda cocer al vapor o hervir con una cantidad mínima de agua, así como procurar que la cocción sea rápida tapando el recipiente.
  • No hay una edad o un momento determinados en los que sea mejor incorporar los alimentos con gluten. Se pueden ofrecer, como el resto de alimentos, a partir de los 6 meses.
  • Se puede ofrecer el pan, la pasta y el arroz integral, ya que son más ricos en nutrientes y fibra.
  • Mientras el bebé solo toma leche materna (o adaptada) a demanda no necesita beber agua. A partir del sexto mes, sí que se recomienda ofrecer agua al niño y que este beba según su sensación de sed. Durante la infancia, el agua tiene que ser la bebida principal y de elección. Los zumos y las otras bebidas azucaradas solo se deberían tomar de manera esporádica.
  • La leche de vaca no se debe ofrecer antes de los 12 meses.
  • En la merienda y/o desayuno de media mañana es necesario que los alimentos y las preparaciones se adecuen a la edad del niño, y se dé preferencia a la fruta fresca, el yogur natural y el pan (pan con aceite, pan con tomate y aceite, bocadillos pequeños de queso…) junto con el agua.
  • Es aconsejable incorporar preparaciones diferentes de los triturados. Ofrecer los alimentos enteros (o en trocitos, según el tipo de alimento) permite que el niño pueda comer de forma autónoma y que disfrute de los diferentes sabores, texturas, olores y colores de los alimentos (alimentación dirigida por el niño, alimentación con sólidos o, en inglés, baby-led weaning).

Particularidades en función de la edad:

0 a 6 meses: La leche materna exclusiva es el alimento recomendado para los 6 primeros meses de vida.

6 a 12 meses: La leche materna o, en caso de que no sea posible, la leche adaptada, cubre todas las necesidades nutricionales del niño hasta los 6 meses. A partir de esta edad, la leche será la principal fuente nutritiva durante el primer año de vida del niño, con la incorporación y complementación de otros alimentos necesarios que hay que introducir para garantizar una salud, un crecimiento y un desarrollo óptimos. Es recomendable continuar con la lactancia materna a demanda hasta los 2 años de edad o más, o hasta que madre e hijo lo deseen, y poco a poco ir estructurando los horarios a fin de que el niño se adapte a las comidas familiares.

Las comidas pueden incluir los siguientes alimentos:

  • Hortalizas
  • Farináceos: arroz, pasta pequeña, pan, papillas cereales sin azúcar, sémola de maíz, patata, legumbres bien cocidas, etc.
  • Pequeñas cantidades de carne, pescado o huevo.
  • Frutas
  • Aceite de oliva virgen extra

Es recomendable que los niños compartan las comidas con la familia, y que disfruten de los mismos alimentos y preparaciones (con pequeñas adaptaciones según convenga).

Evitar, como mínimo hasta los 3 años de edad, los sólidos que pueden suponer un riesgo de atragantamiento (frutos secos enteros (se pueden ofrecer triturados), las palomitas, los granos de uva enteros, la zanahoria o la manzana entera o a trozos grandes, etc).

12 meses a 3 años: A partir del año, se puede incorporar la leche entera de vaca, en caso de que el niño no tome leche materna. Es recomendable ir diversificando las técnicas y preparaciones culinarias: el hervido, la plancha, el guisado, el estofado, el vapor, el asado, el horno, la fritura, etc.

Para más información:

Susana Foix Luna
Dietista-Nutricionista
Colegiada AND-00277
www.susanafoix.com
Email: dietetica@susanafoix.com
Teléfono: 661 161 141